jueves, 6 de mayo de 2010

DRÁCULA EN ESTAMBUL



Durante mucho tiempo se dio esta película por desaparecida pero ahora se puede bajar por internet –por ejemplo en el excelente foro de descargas ExVagos.es- y con subtítulos en castellano Drakula Istambul´da (1953), el más famoso de los Dráculas exóticos. Es la primera vez que aparece en el cine un vampiro mostrando los colmillos que son algo curvados a modo de los djins, espíritus malignos de las leyendas otomanas.

Azmi, un abogado de Estambul (interpretado por Bülent Orant, el llamado Gregory Peck turco) llega al castillo de Drácula (Atif Kaptan) para cerrar la compra de unos inmuebles. Se nota la economía de medios pues el castillo, de paredes desnudas, muestra dos armaduras como único atrezzo. En el libro Cine de vampiros de Carlos D. Maroto se cuenta que, a falta de máquinas de crear niebla, ésta se simuló con todos los miembros del equipo tumbados y fumando varios cigarrillos a la vez.
Hay detalles curiosos como el de la escena de Drácula reptando por las paredes del castillo (escena tomada directamente de la novela de Stoker) y la ausencia de crucifijos y demás iconografía cristiana. También el austero cementerio musulmán que se muestra está muy alejado de los panteones góticos que se suelen ver en el cine occidental de terror.
El Londres brumoso y victoriano aquí se sustituye por un cosmopolita y bullicioso Estambul donde la novia de Azmi (Annie Balli) trabaja como bailarina (nada que ver con la recatada Mina Harker). Hay un esceso de metraje en las escenas del night club, pero también un momento fascinante: Drácula hipnotiza a la bailarina para que actúe sólo para él en el local ya vacío.
Drácula en Estambul es una película ingenua, a veces notablemente torpe, pero sin duda curiosa. Especialmente indicada para los buscadores de rarezas.

2 comentarios:

El Abuelito dijo...

... corriendo me voy a por ella...
hebía visto el Drácula pakistaní, pero este turco lo desconocía por completo...

miquel zueras dijo...

Le advierto, Abuelito, que no es ninguna maravilla y se notan los pocos medios, pero vale la pena por escenas como la de Drácula reptando por el castillo (la primera vez que eso se ve en el cine) y la persecución del final en un blanco y negro que recuerda -salvando distancias- a "El tercer hombre". El Drácula pakistaní lo conozco por algunas escenas de Youtube. Borgo.